Italia tiene está relacionada con la pizza, el Coliseo Romano o la Torre Inclinada de Pisa ¿verdad? Teniendo en cuenta esto, es bastante fácil ver por qué Italia es un país tan popular para ir a visitarlo. Ni siquiera hace falta ser un conocedor de la buena mesa para apreciar su oferta gastronómica. Pero además de esto, lo que diferencia a Italia como un país para visitar son sus increíbles maravillas naturales.
Desde donde su escarpada frontera alpina que se conecta con la vecina Suiza hasta la punta de su costa en forma de bota. Italia tiene 300.438 kilómetros cuadrados de sitios asombrosos para maravillarse. Impresionantes formaciones rocosas, que podrían haber sido talladas por las manos de los míticos dioses romanos, se codean con lagos de montaña vírgenes y volcanes casi en erupción. Italia es realmente una maravilla natural en sí misma que no puedes dejar de ir a explorar. Si aún no tienes pensado ir, ¿a qué estás esperando?
Echa un vistazo a estas diez maravillas naturales de Italia y, antes de que puedas aprender a decir chao, habrás comprado tu vuelo y estarás en la cola de facturación del aeropuerto.
1. Scala dei Turchi (Escalera de los Turcos), Sicilia
Estos acantilados se elevan sobre el mar en capas de roca blanca brillante. Esculpidas por la erosión del viento y el mar, la formación rocosa de marga también se conoce como la Escalera de los Turcos.
Casi un anfiteatro natural, es el lugar ideal para hacer una paradita para comer relajado mientras esperas a ver la puesta de sol sobre el impresionante azul del mar Mediterráneo. Esa es una vista que es tan cautivadora que probablemente querrás verla todas las noches durante una semana. No tendrás que llevar demasiado en tu mochila si te alojas en el Hotel Belvedere Scala dei Turchi. Las habitaciones allí están decoradas en el mismo azul y blanco como los acantilados y el mar.
Si el Belvedere está lleno, échale un vistazo a La Scogliera Turca, tienen terrazas con impresionantes vistas al mar.
2. Arcipelago di La Maddalena (Archipiélago de Magdalena), Cerdeña
En cuanto a los paraísos insulares, el archipiélago de La Maddalena cumple todos los requisitos para clasificarse como perfecto. Este grupo de más de cincuenta islas e islotes, en el mar Tirreno frente a la costa noreste de Cerdeña, es tan idílico que llevan la definición de dicho adjetivo a un nivel completamente nuevo. Rodeadas de aguas increíblemente claras y cristalinas, las costas de las islas cuentan con algunas de las playas más bellas y vírgenes de toda Italia.
Aunque Isola Maddalena es la más grande de las islas, la playa de Spalmatore tiene 19 kilómetros de carretera que van bordeando su costa. Si has alquilado un coche, te aconsejo que hagas el recorrido. Si eso no te cuadra, pilla el autobús local para descubrir todas las bahías escondidas y sus impresionantes playas como la de Monte Rena. Caprera, la segunda isla más grande de la cadena, no solo tiene playas impecables como las de Due Mari, sino que está cubierta de bosques de pinos ideales para practicar senderismo.
Por último, si has soñado con navegar por Utopía en barco y descubrir una playa desierta, tu sitio soñado está en el Arcipelago di La Maddalena. Si vas, no eches el ancla en Spiaggia Rosa, la famosa playa rosa en Isola Budelli, ahora está altamente protegida de todas las amenazas ambientales, incluidas ir caminado con chanclas.
3. Lago di Braies, Tirol del Sur, Italia
Ubicado entre las montañas del Tirol del Sur de Italia se encuentra el Lago di Braies. Este es un lago que es mucho más que una imagen perfecta.
Las aguas de este lago alpino son cristalinas y combinan con el color del cielo azul que cae sobre él. Hay rutas de senderismo magníficas pero relativamente fáciles de recorrer a través de los bosques de pinos de alrededor del lago o, para los senderistas más aventureros, también se puede acceder a la Alta Vía 1 desde el Lago di Braies. No te pierdas las pequeñas bahías con playas solitarias a lo largo de la costa del lago que te esperan para que las descubras.
Lago di Braies, es un rincón de Italia donde todos esos elementos ambientales mágicos se han unido para crear algo único y especial. Montañas, lagos, bosques de pinos y playas se combinan en una perfección natural que es simplemente incomparable. Es un lugar tan hermoso, que una vez que estés allí, probablemente querrás quedarte muchos días. Si ese es el caso, echa un vistazo al Hotel Lago di Braies, es el único hotel allí.
4. La cordillera de los Dolomitas, noreste de Italia
Todo muestra su edad en algún momento. La edad de Italia no es más evidente que en la Cordillera de los Dolomitas. Formada de roca que se remonta a la edad del Triásico, esta parte de Italia realmente existe desde hace unos cientos de millones de años, pero teniendo en cuenta ese hecho, se está desgastando bien.
Toda esta área es parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO y abarca varios parques nacionales impresionantes, incluyendo el Parque Nacional Dolomiti Bellunesi y el Parque Natural Dolomiti d’Ampezzo. La montaña más alta, de todos los picos escarpados, es la Marmolada a la altura de casi 3.352 metros, pero los más fáciles de reconocer son los tres picos imponentes de las Tres Cimas de Lavaredo.
La Cordillera de los Dolomitas es el lugar perfecto donde ponerse en contacto con el verdadero aire puro. Popular por el senderismo, hay algunos senderos fantásticos, así como increíbles vistas desde los puntos de observación indicados. Y no se puede negar que es una de las estaciones de esquí de moda en invierno. Los puertos de montaña de Passo Giau y Passo Sella, ambos con elevaciones de más de 600 metros, son excelentes para montar en bicicleta.
5. Val d’Orcia, Toscana, Italia
El Val d’Orcia, en la región Toscana de Italia, es el corazón rural del país. Conducir por la Strada di Valoresi, una carretera bordeada a ambos lados por cipreses, desde La Foce hasta Monticchiello es como conducir a través de una cápsula del tiempo agrícola. El camino serpentea a través de las verdes y onduladas laderas del valle. Cubierto de viñedos y olivares, esta vista panorámica se ha mantenido sin cambios durante siglos y seguirá sin ser tocada por el progreso, ya que ahora es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Un viaje por carretera a través de Val d’Orcia en otoño es como conducir a través de un caleidoscopio viviente. Con el inicio de la temporada, el follaje cambia a una variedad de colores que van desde el bronce hasta el rojizo y el malva. Es una vista increíble que atrae a artistas y fotógrafos de todo el mundo.
6. Monte Etna, Sicilia
La isla de Sicilia es donde se encuentra el volcán más activo de Italia, el Monte Etna. Este volcán no echa vapor, fuma, constantemente. Hace mucho calor incluso en invierno, cuando el pico se llega a cubrir de nieve y continúa emitiendo un flujo constante de nubes oscuras, muy llamativas y venenosas. Con unos 3.352 metros de altura, se cierne sobre la ciudad de Catania y es el volcán más alto de Europa. Su última gran erupción fue en 2017 y desde entonces no ha parado de emitir fluidos.
7. Cascada del Mulino, Saturnia, Italia
Las vacaciones están destinadas a ser terapéuticas, y en Italia, eso se vuelve literalmente cierto si visitas la Cascate del Mulino en la ciudad italiana de Saturnia. Allí, una fuente de agua subterránea, que se calienta geotérmicamente, sale a la superficie y el agua humeante e impregnada de azufre gotea suavemente en cascadas graduadas para llenar las depresiones en las rocas que forman las piscinas de un balneario natural. Se dice que las aguas, que mantienen una temperatura constante de 37 ºC en las piscinas más altas y luego se enfrían a medida que recorren su curso sobre las cataratas, son beneficiosas para las enfermedades respiratorias y también increíblemente relajantes.
La mayoría de los tratamientos de spa cuestan una fortuna; la Cascada del Mulino es completamente gratis. Se recomienda no sumergirse durante más de veinte minutos a la vez. No hay instalaciones tipo vestuarios o baños, no hay nada, y debes ir con una toalla y llevar escarpines para el agua, ya que las rocas pueden ser resbaladizas por culpa de las algas. Si todo eso suena demasiado rústico y deseas mas bien lujo, el Hotel Terme di Saturnia (aquí) tiene baños romanos, saunas y un spa termal.
8. Lago di Garda, norte de Italia
El Lago di Garda o Lago de Garda, que mide 51 kilómetros de costa a costa en su punto más largo y cubre una superficie de 370 kilómetros cuadrados, es el lago más grande de Italia. Sus aguas super claras están rodeadas de impresionantes montañas, con sus 166 kilómetros de costa decoradas con pintorescos pueblos, aldeas y playas vírgenes, está salpicada de islas cuyas fascinantes historias se remontan a la época de los piratas. La impresionante combinación de paisajes lacustres, monumentos históricos y el excelente microclima de la zona han convertido al lago de Garda en uno de los lugares favoritos de Italia para disfrutar de unas relajantes vacaciones.
Los vientos dominantes del lago lo convierten en el lugar perfecto para practicar vela, surf, windsurf y kitesurf.
9. Grotta Azzurra (Gruta Azul), Capri, Italia
La Grotta Azzurra en la isla de Capri es una cueva marina en la que, debido a la refracción inusual de la luz solar que entra en ella, el agua se ve de un azul increíble. Para verla, hay que ir en bote desde la costa de Capri y luego trasladarse a un pequeño bote de remos. Es la única forma de entrar, ya que el arco de entrada es bastante bajo, tan bajo que, de hecho, tendrás que acostarte para evitar golpearte la cabeza.
Entrar en la Grotta Azzurra podría ser lo que es morir e ir al cielo. Prepárate porque en un segundo estás en la oscuridad total y al siguiente estás en un mundo azul celeste. La cueva tiene unos 61 metros de largo, por lo que, si bien las visitas a este mundo etéreo son visualmente sensacionales, son relativamente cortas.
10. Parque Nacional Gran Paradiso, Alpes Graian, Italia
El Parque Nacional Gran Paradiso es el lugar ideal para explorar la belleza natural de Italia en su mejor momento. El paisaje salvaje del parque, que cubre poco menos de 777 kilómetros cuadrados, incorpora majestuosas montañas, lagos y una increíble fauna y flora endémica de la región. Habrás visto fotos en internet, sí, esas cabras que pueden escalar acantilados prácticamente verticales. La cabra montés alpina, es una cabra muy ágil que una vez estuvo a punto de extinguirse y ahora prospera en el entorno del parque.
El Parque Nacional Gran Paradiso es también un paraíso para los senderistas, o si prefieres alguna actividad de invierno, puedes esquiar o caminar con raquetas de nieve para reemplazar las caminatas cuando hay nieve en las laderas.
