Puedes llegar directamente a Wachau, volando hasta Viena, desplazándote posteriormente a Krems y tomando pequeñas rutas en barco en Melk, que te llevarán de manera directa hasta el valle, vislumbrando parajes repletos de romanticismo y encanto. A veces, si te informas bien, incluso podrás contratar alguna oferta de viaje llegando a Viena y tomando un barco directamente desde allí. El barco, sin embargo, no es la única manera de explorar la zona, ya que también podrás encontrar rutas en bicicleta muy interesantes y únicas con las que contemplar el valle y dedicarte a disfrutar no sólo de la naturaleza, sino también de todo tipo de ofertas gastronómicas y vinos.
Foto: G.Pfi
Actividades en el Valle de Wachau
Son múltiples y además te ofrecen diferentes programas según sea lo que te interesa y tus actitudes. Las excursiones privadas suelen rondar los 100 euros y en ellas podrás formar parte de una vivencia increíble, probando todo tipo de vinos en las tabernas típicas denominadas como Heurigen Show, explorando los viñedos y realizando catas de los mejores productos, no dejando atrás a muestras de la arquitectura más famosas del lugar como (por ejemplo) el Monasterio de Dürnstein.
¿Qué es lo más importante del Valle de Wachau?
Aunque la entrada a la Abadía de Melk es bastante cara (cuesta alrededor de 9,50 euros sin la compañía de un guía) es bastante recomendable, ya que podrás admirar uno de los monumentos más bellos de la zona. Su calidad en documentación es increíble y siempre podrás contemplar algunas de las obras manuscritas que dejaron más huella en la historia de Melk, acerca de navegaciones y viajes internacionales.
Foto: Rainier
Ya en el barco, al contemplar la ruta del viñedo, será una oportunidad excelente para admirar desde el barco, joyas arquitectónicas de la talla del Castillo de Schönbühel, ubicado en una pendiente baja de rocas en plena naturaleza, siendo una de las visiones totalmente recomendables del Valle de Wachau. También existen las ruinas de algún castillo que tuvo su importancia en los siglos anteriores, siendo refugio de nobles y viajeros, aunque sin duda lo que más llama la atención desde la ruta en barco es la Iglesia Azul o Durnstein. Su llamativo color así como la estructura que desciende sobre los demás edificios, hacen que este paseo sea uno de los más placenteros de Europa.
Los pueblos colindantes como Weissenkirchen o Spitz también son otros de los grandes atractivos. Puedes incluso perderte en ellos durante días ya que invitan a los largos paseos entre las callejuelas de piedra, encontrando una muestra de los viñedos maravillosa. En cuanto a los restaurantes populares, no te pierdas platos como el Knödel, una especie de albóndigas hervidas realizadas con pan, leche, huevos y queso, entre otras cosas, pudiendo variar la receta según la persona que la prepare y el negocio que apuesten por ellas (existiendo también variedades dulces) La Linzer Torte es también otra de las apuestas, junto a los vinos dulces que te podrán ofrecer, degustando algunas de las tartas más deliciosas de frutas y aromáticas especias como la canela.
