10 castillos en Francia que parecen de cuento

Francia es un lugar de encanto en el poder descubrir los mejores lugares de aventura, unas costas maravillosas, las ciudades más glamurosas, la mejor gastronomía y repostería y las zonas de ocio familiares más destacadas. Hoy en cambio, recomendaremos algunos de los 10 castillos más bonitos de Francia.

Castillos de cuentos de hadas en Francia

1. El castillo de Chantilly(al que puedes llegar directamente desde París, recorriendo 50 km más tomando la A1 o en tren subiendo a la línea París-Chantilly), ocupa el primer puesto en el listado de mejores castillos franceses, conteniendo uno de los más hermosos estanques de Francia así como las capillas, terrazas adornadas con imponentes esculturas y los conjuntos arquitectónicos más interesantes y ricos del país. Las capillas que quedan son uno de los grandes tesoros de la cultura francesa junto con los jardines ingleses y franceses que ocupan un entorno impecable.

El interior del castillo es sublime, con una decoración que hace honores a la clase alta de la sociedad francesa de buena cuna con salones privados, bibliotecas y grandes dormitorios de carácter clásico. La colección de arte del castillo con su gran galería de arte clásico, es una delicia para las personas que aprecien las buenas pinturas realistas y los retratos. No dejes de visitar “The Condé Museum” ya que seguro logrará asombrarte. Las visitas guiadas por los jardines serán también de gran agrado para los visitantes.

2.- El Castillo de Azay-le-Rideau se ubica en “Azay-le-Rideau”, concretamente en en la región “Centre Val de Loire” en una isla que se encuentra en el medio del río Indre. Al lado de un entorno natural envidiable y bañado por el Indre, su arquitectura renacentista es una de las más admiradas. Sus escaleras así como columnas, pilastras y arcos son dignos del mejor estudio y contemplación. Del interior del castillo destacan las ricas telas y el arte que todavía se conserva, con salones que hablan de una época esplendorosa. Los jardines que lo rodean son un excelente lugar de paseo y los “espejos de agua” o “espejo encantado” que posee recrea lugares de cuento que son muy difíciles de olvidar.

3.- El castillo del Monte Saint-Michel, mientras tanto, se encuentra en el suroeste de la región de Baja Normandía, conformando uno de los lugares turísticos más sorprendentes de Francia y más visitados. Este lugar está cargado de leyendas espirituales en las que se comenta que el arcángel San Miguel se presenció para que le construyeran un monumento y por ello es lugar de turismo de religiosos y curiosos así como de creyentes. Debido a su entorno natural repleto de belleza y la majestuosidad de la construcción, la Unesco declaró el castillo como Patrimonio de la Humanidad en el año 1979.

4.- El castillo de Ussé, situado en el Valle del Loira, crea uno de los destinos de viaje más románticos, ya que en él se cuenta que se han inspirado varios cuentos de hadas populares como “La bella durmiente”, entre otros. Sus jardines tienen la fama de ser uno de los más hermosos de Europa, mientras que el diseño arquitectónico del castillo es uno de los más versátiles con dos estilos diferentes entre ellos, ya que en uno predomina la inspiración medieval y en otro la renacentista. Su capilla es una de las más fotografiadas.

5.- El castillo de Chaumont, se sitúa en el sur del Loire, en el distrito de Blois y es una de las grandes fortalezas de la zona, siendo herencia entre la realeza y los condes y mostrando algunas de las cuadras (en su época) más modernas de Europa. Su parque paisajístico diseñado por Henri Duchêne así como sus exposiciones de arte y fotografía son algunas de las actividades a contemplar favoritas por los turistas.

6.- El castillo de Pierrefonds de Pierrefonds, en Oise al norte de París, presenta una de las fachadas y patios de honor más increíbles del país, con soportales y galerías así como salas en las que se pueden contemplar los detalles más magníficos de la arquitectura francesa. No te pierdas la “sala des Preuses” así como las estatuas de las nueve heroínas.

7.- El castillo de Foix, se ubica en Foix, en el departamento francés de Ariége. El delicioso pueblo que lo rodea hace que el castillo aparezca sobre piedra calcárea, mostrando toda su majestuosidad, después de varias contiendas sociales e históricas en el castillo se habilitó un museo para exponer las obras del Museo Departamental de Ariége.

8.- El castillo de Tarascon, fue construido en los años 1400-1435 en Tarascon, Francia. Primeramente se construyó sobre un islote rocoso y está dividido en dos partes principales: un jardín y la casa y reservado para los soldados. La torre cuadrada o “de la granja” y la “circular” o “del reloj” conforman unas de las piezas más destacadas del castillo, junto las esculturas de Tarasca y los jardines de plantas aromáticas. No te pierdas las exposiciones de pintura que se realizan así como las muestras y animaciones y rutas guiadas que ofrece.

9.- El castillo de Vincennes, situado en el pueblo de Vincennes en el este de París, presenta un bosque de al menos seis hectáreas aproximadamente de naturaleza embriagadora, con torreones que alcanzan los 50 metros y una sorprendente capilla gótica. Admirar el arte pintado de las bóvedas, así como el esculpido de los capiteles es una experiencia prodigiosa. Tras su restauración está más bello que nunca y ahora el alcalde del pueblo planea diversas actividades como las proyecciones de audiovisuales, los espectáculos de danza y teatro y hasta diversos conciertos.

10.- El Palacio Papal de Avignon en Aviñón, muestra una de las obras de arte del legado de arquitectura gótica europea más importantes. Forma parte del Patrimonio de la Humanidad y presenta algunas de las mejores salas para convenciones y eventos, tales como el “Grand Tinel” o la “Grande Audience”. En la “Cour d’Honneur” se celebran los festivales más famosos del lugar, y el claustro es una de las partes más destacadas, la cual presenta paz. La gran capilla alberga uno de los principales puntos de interés turísticos y los frescos son una maravilla que se deben admirar al menos una vez en la vida.